18. abr., 2022
Allí estaré.
A la hora en punto.
No sé si serán las cinco de la tarde
o la hora en que cantan los jilgueros.
Porque cantarán, seguro,
y habrá un aroma nuevo,
verde y blanco.
Tal vez rojo,
como la sangre,
que ya no subirá por las montañas
ni galopará por los cielos encendidos
ni se asustará, tampoco,
cuando oiga tu voz,
que no será como un estruendo
ni un estrépito de cristales en la noche.
Porque será de noche, eso sí,
por lo menos mis ojos
ya no verán la luz del mediodía,
esa luz reverberante en las paredes,
que siempre me ha inquietado.
Será, posiblemente, otra luz,
más parecida a la luz de la infancia,
tímida y sigilosa,
aunque llegará montada en un corcel
o en una carroza de alabastro.
No sé. Me lo imagino todo,
aunque luego será de otra manera,
más tarde o más temprano,
pero lo que sí es cierto
es que no tendré miedo cuando llegue.
Allí estaré.
A la hora en punto.
No sé si serán las cinco de la tarde
o la hora en que cantan los jilgueros,
pero ya no tendré prisa,
ni documentos
que acrediten mi existencia,
ni nadie que me excuse o me defienda,
ni siquiera que me rescate
de este momento
en que solo habrá polvo,
y la sombra de la tarde en el espejo.
Comentarios recientes
16.02 | 20:30
"El alma es un laberinto de estrellas,
una encrucijada de caminos sin fronteras,"
Me gusta este verso.
Describe muy bien mi visión del alma.
06.01 | 23:14
Me gustan tus poesias, expresan mucho y tienen tanta certeza. Soy una adolescente que escribe poesias tambien jaja, y tu blog me inspira a animarme a crearme el mio. Gracias!! Y segui publicando🙌
08.01 | 16:39
Me detengo un poco pensando que ahí donde nacen los bosques.. ya no hay nada... o más allá de la muerte.
13.12 | 07:34
Gracias. Me sirve de mucho tu comentario