10. dic., 2016
Hubo un día
Después de la furia y la rabia,
Después de la espada y la tormenta,
A través de los siglos y los montes,
En que apareció la selva con sus búhos y serpientes,
Con sus ríos caudalosos y su mirada hierática.
Desde entonces camino entre las sombras,
Habito una cabaña donde también hay ángeles
Y libros y cosas inservibles.
A veces me acompaña una música que emerge del fondo de los lagos
Y un caimán triste por la muerte de un niño.
Por las noches me asalta siempre el mismo sueño:
Una voz que me llama por mi nombre y me dice te quiero.
Pero en ese mismo instante se desatan las lluvias torrenciales,
Y vuelo por un cielo oscuro y solitario.
De pronto me despierto y vuelvo a ver la selva
Y los pájaros que cantan la misma melodía,
La de todos los días, la que no tiene fin,
La que narra historias de los muertos
Y de un jardín que llora,
Y de un paraíso en el que fui feliz.
Comentarios recientes
16.02 | 20:30
"El alma es un laberinto de estrellas,
una encrucijada de caminos sin fronteras,"
Me gusta este verso.
Describe muy bien mi visión del alma.
06.01 | 23:14
Me gustan tus poesias, expresan mucho y tienen tanta certeza. Soy una adolescente que escribe poesias tambien jaja, y tu blog me inspira a animarme a crearme el mio. Gracias!! Y segui publicando🙌
08.01 | 16:39
Me detengo un poco pensando que ahí donde nacen los bosques.. ya no hay nada... o más allá de la muerte.
13.12 | 07:34
Gracias. Me sirve de mucho tu comentario