10. abr., 2015
Decía cosas incoherentes.
Cosas como que la muerte nos vigila
Detrás de cada rosa, de cada pájaro, de cada beso,
O que el tiempo no deja más que arrugas en el alma
Y resabios amarillos en el cuerpo.
Se desahogó con ímpetu, con rabia,
Con el ardor de la sangre y del enfermo
Que lucha por librarse de su estigma.
La oyeron los montes, los escarabajos,
La Estrella Polar, el Kilimanjaro,
Hasta las sirenas y las ninfas.
Pero todo fue inútil,
Los ojos que la miraban eran muchos y malvados.
Le arrancaron su silueta, su misterio, su destino
Y la sumieron en el olvido más abominable
Desde entonces los hombres van sin rumbo
Por un mundo sin novelas y sin jardines que les canten
Comentarios recientes
16.02 | 20:30
"El alma es un laberinto de estrellas,
una encrucijada de caminos sin fronteras,"
Me gusta este verso.
Describe muy bien mi visión del alma.
06.01 | 23:14
Me gustan tus poesias, expresan mucho y tienen tanta certeza. Soy una adolescente que escribe poesias tambien jaja, y tu blog me inspira a animarme a crearme el mio. Gracias!! Y segui publicando🙌
08.01 | 16:39
Me detengo un poco pensando que ahí donde nacen los bosques.. ya no hay nada... o más allá de la muerte.
13.12 | 07:34
Gracias. Me sirve de mucho tu comentario