29. nov., 2014
A veces me tortura ese recuerdo oscuro y viejo
Que va y viene por las sombras de mi sueño
Se detiene en el umbral de mi alma
Como un fantasma que deambula por los límites del Universo.
Llama al mendigo que se apoya en el quicio de mi puerta o de mi abotargado cielo.
Lo acecha, lo acosa durante horas, lo zarandea,
y le pregunta de qué hablo en mi desvelo.
Araña mis ojos abiertos, las inhóspitas paredes, mi cansancio y mi indolencia.
Todo se calla.
Todo se vuelve silencio ante el sórdido recuerdo.
Todo cede ante su cruel amenaza de rasgar el velo de la ternura.
De denunciar al viento mi inapelable memoria,
Polvo, furia, lamento que no se apaga
Es el dolor del recuerdo ese que me tortura
En el vaivén de los otros.
Aquellos que no huyeron de madrugada
Cuando mi sueño levita y me hablan
De algún lugar con estrellas que palpitan en el dorso de una moneda
y no necesitan permiso de su excelencia,
Para pasearse por las intrincada sendas del alma.
Por eso, son más dulces, más ágiles, más vívidos
que el cruel destino al que me aboca mi inexorable recuerdo,
Que me agita las duras noches de invierno.
Frío, desamparo, lóbrego silencio,
Ante un recuerdo oscuro y viejo que me tortura
Desde las páginas del tiempo.
Comentarios recientes
16.02 | 20:30
"El alma es un laberinto de estrellas,
una encrucijada de caminos sin fronteras,"
Me gusta este verso.
Describe muy bien mi visión del alma.
06.01 | 23:14
Me gustan tus poesias, expresan mucho y tienen tanta certeza. Soy una adolescente que escribe poesias tambien jaja, y tu blog me inspira a animarme a crearme el mio. Gracias!! Y segui publicando🙌
08.01 | 16:39
Me detengo un poco pensando que ahí donde nacen los bosques.. ya no hay nada... o más allá de la muerte.
13.12 | 07:34
Gracias. Me sirve de mucho tu comentario