10. may., 2020
ACUSACIÓN
Me acusan de un delito inconfesable.
De algo a lo que nadie se ha atrevido nunca.
De algo que no aparece en los libros de historia
ni mucho menos en los poemas sórdidos y deletéreos.
De algo que avergüenza a los peores criminales
porque, según ellos, está hecho de polvo y de mentira.
Me acusan todos.
O tal vez muchos,
porque los locos son siempre minoría.
Aquellos que bebieron de las aguas venenosas.
Aquellos que nunca regresaron del olvido.
Aquellos que pusieron por escrito las espadas
y sellaron con sangre su traición.
Aquellos que juraron venganza y oprobio.
Me acusan de un delito inconfesable:
de haber sido feliz
cuando todavía era de noche.
Comentarios recientes