18. ago., 2019
EL HOMBRE Y EL POETA
Yo ya no idealizo a nadie.
No espero nada de nadie.
Lo que me quieran dar
bien lo recibo
y si más tarde, me lo reclaman,
lo devuelvo.
Yo soy un saco de decepciones,
salvo algunas,
que siempre confirman la regla.
Me he acostumbrado
a recibir negativas,
como Diógenes delante de la estatua.
Y, como Diógenes,
voy con una linterna
por esta noche, que es la vida,
buscando un hombre y un poeta.
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