18. oct., 2016
ERA EL AMOR, AQUELLOS AÑOS
Era el amor, aquellos años,
un juego de adolescentes,
donde brillaban el horizonte y el mar,
y se ocultaban la noche y la niebla.
Ahora el tiempo ha marchitado aquellas rosas,
la ternura ha muerto con el frío del invierno,
y el silencio ha llegado de improviso.
Solo se oye el viento del norte
golpear ventanas y postigos.
Dime, ¿por qué abandonamos aquel bosque frondoso
para adentrarnos en el desierto inabarcable del olvido?
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