4. sep., 2016
EL DESHEREDADO
Hombre que andas despacio,
Bajo la infame condena de las estrellas,
Arrastrando unas cadenas que te consumen
En esta noche cruel y despiadada
Que es la vida.
Hombre que andas despacio
Por un sendero abrupto y escabroso,
Buscando entre las sombras
Los pasos que perdiste en tu delirio.
Hombre que andas despacio,
Sin bandera,
al margen de los ríos y las rosas,
Que careces de sueños y de promesas,
No verás la tierra frondosa de las vírgenes,
Ni los mares de los héroes.
No regresarás a Ítaca.
La maldición de los dioses te persigue
Porque tus manos están vacías
Y vendiste tu herencia por un puñado de arena.
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