12. dic., 2014
El vencedor
El vencedor de Michelángelo
Alzó el brazo,
Contuvo el golpe.
El viento perdonó la turbulenta vida del vencido.
Victoriosa, la piedra no recorrió el trayecto
Que iba de la mano a la cabeza.
Hundido en su miseria, el vencido
Imploró clemencia a su verdugo.
Blanco, el dolor subió hasta el cielo.
Los ángeles se unieron a la súplica.
Un inmenso clamor se extendió por el horizonte.
Los muertos presentaron su queja a las estrellas.
Los vivos reclamaron indulgencia para el condenado.
Hasta el frío mármol se conmovió ante el suplicio.
Presentaron cartas a las autoridades,
El huracán, la lluvia y la brisa
Se manifestaron por las calles de todas las ciudades.
La vida se vistió con las alas de los ángeles,
Y un beso de perdón alcanzó la muda piedra.
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